¡Y por fin llegó el día! Nos mudamos a http://www.nothingtowear.es/, un dominio en toda regla donde todo lo que se ve y se lee es auténticamente nothingtowear. Os doy las gracias de antemano por seguirme y actualizar vuestros «Favoritos». Este blog permanecerá activo pero cerrado a los comentarios, y el «counter» de Nothingtowear.es empieza de nuevo, así que es todo un reto. See you there!
Si en el grupo Inditex el virtuosismo clonador alcanza cotas inimaginables, es en H&M de la mano del equipo de diseño dirigido por Margareta van den Bosch donde las tendencias de la pasarela son resumidas, exprimidas y sintetizadas al máximo. Con un enfoque sobre la moda similar al de Ikea sobre la decoración, H&M triunfa en los armarios de los países «ricos» a base de un estilismo «do it yourself», ofreciendo prendas básicas, que apunten una o dos tendencias a lo sumo y que coordinen con decenas de productos de la tienda. Sin apenas abalorios, filigranas ni lujos, pero con detalles muy de agradecer y que beben de las influencias couture de los grandes maestros de los cincuenta y sesenta, como bolsillos insospechadamente decorativos, grandes botones, pinzas coquetas o bajos adecuados a la silueta de cada momento. No dudo que es un auténtico reclamo de lujo fácil la posibilidad de encontrarse con réplicas muy precisas de la pasarela al entrar en cualquier Zara, pero personalmente he de confesar que muchas veces prefiero la síntesis facilona y atractiva de la cadena sueca, esas prendas sin malicia pero con mucho recorrido y que combinadas con pocos y buenos accesorios confieren un look limpio y coherente…
Para la colección de transición a la inminente primavera (fashion, la real tardará un poco más), las auténticas influencias del equipo de diseño, temporada tras temporada, son breves y certeras: Stefano Pilati (y su impecable trabajo para YSL) para las siluetas y texturas, Dries van Noten, Lanvin y Marni para estampados y la paleta de colores, Chloé y Mulberry para largos, detalles femeninos y los complementos, cada vez más afinados. En definitiva, una colección «crucero» (porque todo llega al highstreet, y las mid-season collections no iban a ser menos) sutil, elegante y ponible, salvo por las declinaciones excesivas de la tendencia étnica (porque de todo tiene que haber)…
Amarillo dorado para parkas, minivestidos y blusas. Un color positivo y curiosamente combinable, acompañando azules grisáceos, grises, negros y blancos.
El «comeback» de colores clásicos que nunca terminaron de marcharse: rojo carmín, negro, chocolate y verde «celedón», sobre prendas con mucho vuelo, pinzas y aires tribales.
Y cómo no, la especialidad de la casa, la silueta «babydoll» sobre todo y para todos: gabanes de manga tres cuartos, minivestidos y túnicas en colores suavemente empolvados y muy chic. Mi favorito es este minivestido de punto gris de aire suavemente sixties y que podrá combinarse con prácticamente cualquier color de la temporada. Y vosotras, ¿tenéis ya vuestro predilecto?
Despido el año con uno de los estrenos más fashion y que más editoriales de moda inspiraron en 2007 (en la cartelera española), además de afianzar el estatus de Sienna Miller como versátil percha para los más extravagantes diseños (no en vano se la considera la niña mimada del Vogue USA, y por ende de Anna Wintour)… Que tengáis una feliz entrada de Año y os deseo lo mejor para el 2008. ¡A celebrar se ha dicho!
La penúltima recreación del cine sobre la Factoría Warhol, que sacudió el arte y la sociedad neoyorquinas en los 60, ha sido «Factory Girl», película que pasó sin pena ni gloria por las carteleras de medio mundo, pero que dió mucho que hablar en todas las «glossies» o revistas de moda. Se centra sobre la figura de Edie Sedgwick, pobre niña rica con inquietudes y aptitudes artísticas que tras una vida corta e intensa (y escandalosa si nos atenemos a la corrección política de nuestros días), murió a los 28 años por una sobredosis ¿accidental? de barbitúricos.
La vida de Edie sirve de lucimiento para una Sienna Miller transformada y mimetizada con la década más loca y lúdica de la moda en el S. XX. Sus estilismos tuvieron influencia e el high street y la calle durante un par de temporadas….
Leopardo y cadenas de oro; rayas op-art y corte Vidal Sassoon.
Glitter, exceso de khol y pieles ¿falsas? blancas.
La película es recomendable, aunque sólo sea por recorrer estilísticamente una década que hizo de la moda lo que es ahora, un fenómeno de masas.
Quedan diez días para el inicio de las rebajas en Zara así que hay mucho trabajo de campo por hacer: fichar los éxitos del invierno para comprarlos el primer día o llevarse anticipadamente a casa esos «must» ansiados y que se agotarán enseguida. El Zara de Serrano sigue manteniendo el tirón y muchas fans no postergan sus compras, por si las moscas…
Dos chicas muuuy jóvenes y muuuy stylish llevando los «hits» de la temporada: largas melenas, punto en superposición, pequeños chaquetones, foulards, bolso en bandolera o maxi y botas planas. Las notas de color de los tonos de verde «encienden» los tonos de gris.
Hay ciudades más monumentales, más elegantes y con más historia. Las hay más cosmopolitas, más trendy y más influyentes. Y también las hay más culturales, más hipnóticas y embaucadoras. Pero Madrid vibra con el espíritu de la Navidad, y los madrileños inundamos sus calles como si el mundo se fuera a acabar mañana. No hay Belén sin cola para verlo, ni puesto callejero sin bullicio alrededor, ni tienda donde no suene el zumbido de las terminales VISA. Tal vez no sea el ambiente más espiritual de la vieja Europa, pero desde luego es el más «happy». ¡Si hasta tenemos Christmas tourists!
Friki, en Velázquez, y su Navidad blanquísima y muy couture para novias minimalistas. En la fotografía no se aprecia, pero los stilettos que acompañan son de blanca piel de serpiente, con tacón de diez centímetros. ¿Quién dijo miedo?
Vistalegre (Hermosilla) propone una espectacular mesa en blanco, oro y plata. En este caso la ausencia de color es una virtud y un descanso, dejando el protagonismo a los brillos metálicos y a los manjares a servir.
Y para los que no vivís en Madrid, o no podéis acercaros al centro, las mejores luces de la ciudad adornan la mismísima Puerta de Alcalá: angelitos alados y alusiones musicales que se me antojan como las más inspiradas de las promovidas por el «equipo Gallardón».
Vino, langostinos, jamón, más vino, pavo relleno, lombarda, más vino, turrones, bombones, licor… Y vuelta a empezar. Con este panorama hasta el «ensemble» más stylish se desmorona y empieza a apretar por todos sitios. Si en Nochebuena tiré la casa por la ventana y me puse un pichi sesentero, en Navidad (que me tocaba cocinar a mí) acudí a mis fieles jeans para estar cómoda…
El gordito de rojo se ha portado fenomenal conmigo este año, desde mi perfume favorito hasta un pedazo de cuchillo de cocina (made in Spain, of course). Este año todo fueron aciertos, pero como mi familia me conoce, por si acaso TODO iba con ticket regalo. Capté la indirecta. ¿Y a vosotras, qué os trajo Santa?
Escaparate de Ekseption: vestidos que parecen «origami» en sedas dobles y hasta triples, precedidos por un «Stam» del muy rejuvenecido Marc Jacobs.
Y en la vecina EKS, un aire «goldigga» a rapero rico con patchwork ochentero y complementos de lujo. La nieve, metamorfoseada en suave moqueta peluda en blanco nacarado.
¿Embarazada y de fiesta? La boutique Formes en Claudio Coello propone vestidos en gasa fluida, de corte imperio y bien proporcionados para alojar la tripita sin perder la silueta.
Antonio Pernas apuesta en solitario por la combinación naranja-negro con gran éxito: es sorprendentemente elegante y muy festiva. El naranja es intensamente calabaza, nada tímido. Me encanta el bolso que asoma coqueto dentro de una de las cajas.
Angel Schlesser también apuesta por el negro, pero combinado con una exquisita blusa en un rosa palidísimo. El LBD es sencillamente perfecto.
Más Bimba & Lola: esta vez rojo y negro, con la marroquinería mattelassé como protagonista (muy «Coco», muy tendencia).
Y last but not least, una de las mejores mantequerías de Madrid, Bravo, en Ayala. Lo mejor de lo mejor, y todo junto. Un festín para los sentidos.
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